Intervenciones poéticas del taller la poesía como experiencia
por Yanina Aurora, Laura Tundidor, Mariu Fernández y Ana María Massa

Adrienne Rich
Delta
Si has creído que este escombro es mi pasado
hurgando en él para vender fragmentos
entérate de que ya hace tiempo me mudé
más hondo al centro de la cuestión
Si crees que puedes agarrarme, piensa otra vez:
mi historia fluye en más de una dirección
un delta que surge del cauce
con sus cinco dedos extendidos
Versión por Laura Tundidor
Si nadaste entre los restos de mi pasado
buscando en él talismanes
seguí hasta llegar al centro
atravesando las honduras del caos.
Si creés que es posible: encontralos,
mi historia se desparrama, rebalsa,
un delta que surge del cauce
de manos extendidas,
piedra, talismán
de mica y tiempo.

Alda Merini
El pájaro de fuego
El pájaro de fuego
de mi mente enferma,
este gorrión gris
que habita en lo profundo
y con su pío
siempre me hace temblar
porque parece indefenso,
necesitado de amor,
a veces tiene una voz
tan tierna y nueva
que bajo su triunfo
dicto el poema.
Intervención de Yanina Aurora
pájaro de fuego
gorrión gris
que habita en lo profundo
de mi mente enferma
su canto me hace temblar
parece indefenso
necesitado de amor
a veces su voz
parece tierna y nueva
y bajo su conquista
engañosa
escribo el poema

Sophia de Mello Breyner Andresen
Dionisio
Entre los árboles oscuros y callados
El cielo rojo arde,
Y nacido del secreto color de la tarde
Dionisio pasa por el polvo de los caminos.
La abundancia de los frutos de septiembre
Habita su rostro y cada miembro
Tiene esa perfección roja y plena,
Esa gloria ardiente y serena
Que distinguía a los dioses de los mortales.
Intervención por Mariu Fernández
Entre los árboles oscuros
se trepaba para tocarme
arde
el cielo rojo
(H)Elena vendrá
pensando el beso
la abundancia de los frutos
habita su rostro
cada miembro
tiene
esa perfección
esa gloria
ardiente y serena
que distingue
a los dioses
de los mortales
Intervención por Ana María Massa
Dionisio
Allí los árboles frondosos con su suave musicalidad
aquí el cielo rojo arde.
Nacido de la última vibración de la tarde
Dionisio pasa por el polvo de los caminos.
Septiembre con su derroche de frutos
recorre rostros miembros
con un sereno acompañamiento
distingue a los dioses de los mortales