Descripción
En el mundo de las ciencias naturales, experimentar implica acotar el universo, descomponerlo en parámetros conocidos y controlados, para responder una pregunta. O intentarlo.
Se registran los resultados sabiendo que no hay forma de observar sin afectar el objeto de estudio. Tampoco quien estudia
sale indemne de la experiencia. Investigar es amar las preguntas, recorriendo los senderos que ellas nos señalan. Pero también es
aprender a convivir con el principio de incertidumbre, con planos y realidades que se superponen de maneras inaprensibles, que
se resisten a nuestra capacidad de capturarlas.
En este libro, desde el primer hasta el último verso, Patricia Cuscuela explora la pregunta: en qué constelación está el paraíso. Y lo hace así, sin signos de interrogación.
Como una detective parada frente a un tablero, se acerca a mirar detalles con lupa y se aleja tratando de ver el panorama general. Agrega una foto, clava una tachuela en la pizarra, enrosca el hilo rojo que une puntos y arma la trama. Se acerca y se aleja. Mientras una tormenta estelar sacude un rincón del universo, alguien (¿un/a poeta?) siembra una semilla/palabra.
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